Por: Hna. Cecilia Arista Narro, alumna del curso “Historia de la Cultura II”
El jueves 20 de setiembre, los alumnos de primer año de Teología (y algunos estudiantes de Filosofía) asistimos a una visita cultural al Centro Histórico de Lima, con el fin de incrementar nuestros conocimientos sobre la historia de la Iglesia durante los siglos XV y XIX. Ha sido una oportunidad para que los estudiantes del curso de “Historia de la Cultura II” podamos apreciar el arte catequético que los españoles introdujeron en nuestro país.
La primera parada fue la Catedral de Lima. Me llamó la atención la temprana fecha de su construcción (desde 1535), saber quién fue el protagonista de la iniciativa (Francisco Pizarro) y su estilo renacentista. En 1609, un terremoto asoló la Ciudad de los Reyes, destruyendo tres bóvedas de la Catedral, lo que condujo a su primera reconstrucción. Desde entonces, tanto los virreyes como los arzobispos de Lima se dedicaron a mantener y reconstruir durante años la primera Iglesia del Perú. La Catedral tiene un museo que expone pinturas, esculturas, mobiliario y ornamentos religiosos que pertenecen al siglo XVII. El recorrido incluye las capillas laterales de la Catedral: hemos podido observar que muchas de ellas están construidas sobre las tumbas de aquel siglo. Además, se puede apreciar la tumba de Francisco Pizarro, la antigua Sacristía mayor, la Sala Capitular que contiene la galería de arzobispos y las reliquias de San Juan Pablo II.
Siguiendo con el recorrido, visitamos el Convento de San Francisco de Lima. Las salas más importantes son el Refectorio, que albergó hasta 150 frailes franciscanos; y la biblioteca, que contiene actualmente más de 20 mil libros que fueron escritos durante los siglos XVI en adelante. Para terminar el recorrido, visitamos una serie de bóvedas subterráneas que se utilizaron durante el siglo XIX para dar sepultura a los miembros del clero, burguesía y nobleza. Se puede apreciar la cantidad de cráneos, fémures, tibias y otros huesos humanos. Cuenta la tradición que, al no caber tantos cadáveres, empezaron a vaciar los restos más antiguos a las fosas comunes. Por este motivo, se pueden apreciar 5 fosas con profundidades hasta de 10 metros. En la actualidad se siguen realizando trabajos para descubrir más bóvedas. Los investigadores aseguran que existiría una conexión entre estas catacumbas y el Palacio de Gobierno.
Para terminar nuestra visita, el Prior de la Orden de La Merced nos recibió en el Convento con el fin de que conociésemos cómo se fundó la congregación y cuál ha sido su aporte a la comunidad peruana. El R.P. Saúl, fundador del Instituto Histórico de la Orden de la Merced en Roma, nos dio una conferencia privada sobre los inicios de esta orden militante que se acerca a los 800 años de su fundación.
Queremos agradecer al profesor Juan Carlos Huaraj por la oportunidad de realizar esta actividad, y a la Universidad Católica San José que accedió a nuestra petición de poder visitar los lugares católicos más importantes de nuestra capital. Hemos podido aprender más acerca de nuestra cultura, enriquecernos del testimonio que nos brinda nuestra historia y valorar el arte que mantiene vivo nuestro país.